La reciente visita de la Directora General de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO) a Japón es una muestra del interés de seguir estrechando lazos entre ambas naciones. A través de reuniones clave, se exploraron oportunidades para potenciar proyectos en áreas prioritarias que buscan beneficiar directamente a la población salvadoreña y la región centroamericana.
Con el Departamento de América Latina y el Caribe de JICA, se discutió el programa de becas JDS, que permite a profesionales salvadoreños formarse en áreas técnicas y de gestión. Este tipo de iniciativas busca fortalecer las instituciones públicas y preparar al país para responder a los desafíos del futuro.
Ante la Secretaría de Voluntarios Japoneses se mostró el impacto que su programa en el país tiene en comunidades donde se ejecuta. Su presencia en los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán, La Libertad, San Salvador, Cuscatlán, Cabañas, Chalatenango, San Vicente y La Unión refleja cómo la cooperación puede materializarse en acciones concretas, promoviendo el bienestar de los salvadoreños en sus propios territorios.
En el encuentro con el Departamento de América Central y el Caribe de JICA, se destacó la importancia de fortalecer la colaboración entre las agencias de cooperación de El Salvador y Japón. Este esfuerzo busca optimizar la comunicación entre la sede en Tokio y las oficinas de JICA en el país, consolidando una alianza estratégica con ESCO para promover iniciativas alineadas con las prioridades nacionales: bienestar social, seguridad y reactivación económica. Además, se reconocieron los avances de El Salvador en áreas como desarrollo económico y turismo.
El programa de voluntarios japoneses en El Salvador no solo ha dejado huellas positivas en las comunidades locales, sino que también ha inspirado iniciativas que trascienden fronteras. Uno de estos casos es el de Yusuke Kadokawa, quien trabajó como voluntario en el departamento de Chalatenango. Durante su estancia, quedó cautivado por la calidad y el sabor del café salvadoreño.
A su regreso a Japón, Yusuke fundó Coyote Coffee, una cadena de cafeterías que ofrece exclusivamente café salvadoreño. Este logro no pasó desapercibido para la directora general de ESCO, quien, durante su misión, visitó el establecimiento y celebró este puente cultural y comercial que conecta a ambos países. No solo se trata de un éxito empresarial, sino también un símbolo del impacto duradero de la cooperación internacional.
De cara al próximo Diálogo bilateral entre El Salvador y Japón, la misión permitió presentar las grandes prioridades nacionales. Proyectos como la modernización del sistema de salud y la implementación de políticas educativas innovadoras ocupan un lugar central, mientras que la agenda también busca potenciar sectores como el turismo sostenible y la agricultura. El enfoque está claro: aprovechar la cooperación para generar un impacto de largo plazo.
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