El 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, en El Salvador se celebró el valor del voluntariado como motor de desarrollo comunitario en el Encuentro de Redes de Voluntariado, un espacio creado para reconocer y fortalecer la labor de quienes transforman vidas con su dedicación.
El evento, organizado por la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO) y Glasswing International, contó con el apoyo de USAID El Salvador a través del Proyecto Jóvenes Unidos. Esta reunión promovió la creación de redes de colaboración y el intercambio de experiencias para ampliar el impacto en áreas como salud, educación, medio ambiente y desarrollo económico. Participaron representantes de programas de voluntariado de instituciones gubernamentales, sector privado, academia, sociedad civil y países amigos.
En sus palabras introductorias, la directora general de ESCO, Karla de Palma, destacó que el voluntariado es una herramienta fundamental para transformar vidas y construir puentes que promuevan el crecimiento y el desarrollo de la sociedad.
Durante la jornada se abordaron temas esenciales como la salud mental de los voluntarios, presentada por Andrea Kopper, y el rol de los jóvenes en la transformación social, liderado por Jonathan Hernández de Glasswing. Además, a través de un conversatorio y mesas redondas, se discutieron estrategias innovadoras, el impacto sostenible del voluntariado y formas de hacerlo más inclusivo, destacando el compromiso con el desarrollo comunitario y la colaboración intersectorial.
Con el compromiso de continuar promoviendo el voluntariado como un eje transformador, ESCO reafirma su apuesta por el trabajo conjunto entre sectores, la cooperación internacional y el fortalecimiento de redes que impulsen el desarrollo sostenible de El Salvador.